Te tienes

Te tienes entre mí y no soy sino en las cosas
prendiendo la noche entre los brazos ceñidos.
soy la duda del péndulo: crónica de tus labios dulces,
esa procesión por la calle del recuerdo un viernes santo.
tan sólo el funeral del aroma de tu pelo,
el magnolio de tu voz, el humus de tu carne:
réquiem que crucifica el rastro de un tiempo.

te estoy retrocediendo para salvarte siempre
y en el claro de la mundana luna, aceptar la realidad
de tus manos de niño que se muerde las uñas.
cuando toda mi vida es un puro interrogante
en tus ojos nómadas, me sorprendo ante el escaparate
de tu cuerpo salpicado a sonrisas que te inmaculan
sólo recogiendo los ojos para guardarte.

mirándote estoy en la blancura de su espalda
y las canas del destejido abren miasmas en la carne.
sí, vivirte tras el día, cuando seas ya pasado,
tercer día de pascua y el racimo de las manos, mojándonos,
y recrear el cenital húmedo de la tristeza,
colgar la sonrisa en el espejo de los labios,
ser la nota salvoconducto que aún me existe


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Poema Te tienes - Esther Tapia