Bella Vista era un mundo inalcanzable,
un barrio como esculpido en hielo,
lejos de nuestra frontera.
Allá estaban las mansiones
con portales y flores,
como de mentira.
Acá era la terrible pregunta
de mi hermana menor
cuando pasábamos en el autobús:
¿Por qué ellos pueden vivir allí y nosotros no?