Aunque yo, mi Roselia, considero
Que tu infiel corazón me das partido,
Con mucha más lealtad lo he recibido
Devolviéndote el mío por entero.
Tus finezas no igualan a mi esmero,
Dando el corto pedazo que has tenido,
Pues yo sin vil reparo te he ofrecido
Todo el bien que a ninguno dar espero.
Sólo soy en mi amor, jamás te iguales
A quien sabe finísimo ofrecerte
Su corazón, sin partes desiguales.
Todo favor que espero merecerte
Es, Roselia, la causa de mis males,
¿E intentas a mi genio parecerte?