V (vegetaciones ii)

Te desnudas como un elogio que se adormece en el rostro de una existencia de
Márgenes sencillas, ofreces un sendero donde un milagro se encuentra sitiado a
La intemperie por hilos de agua, flores y sonidos.
Hablo de tu pubis de sudor nocturno, oscuro y salado, penetrado por imágenes
Convertidas en presentimientos, por el delirio de esta saliva festejante que se
Prolonga en el ruido fosforescente de tu cuerpo, donde gestos de alumbradora
Presencia se llenan de horizontes y muestran parábolas recién dejadas al olvido.
Si abrigas la transparencia de alguien que se ha complacido con la luz de los días,
Es porqué la frescura de lo eterno se desvanece en el agua de tu vientre.
Entre tanto, estos labios de indecible madurez, se disponen a calmar la herida de
Dulcísimo dolor en un amor que de pronto ha llorado.


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Poema V (vegetaciones ii) - Reyes Gilberto Arévalo