Pincel divino, venturosa mano,
Perfecta habilidad, única y rara,
Concepto altivo do la envidia avara,
Si te piensa enmendar, presume en vano.
Delicado matiz, que el ser humano
Nos muestra cual el cielo lo mostrara;
Beldad cuya beldad se ve tan clara,
Que al ojo engaña el arte soberano.
Artífice ingenioso, ¿qué sentiste
Cuando tan cuerdamente contemplabas
El sujeto que muestran tus colores?
Dime: si como yo la vi la viste,
El pincel y la tabla en que pintabas
Y tú, ¿cómo no ardéis, cual yo, de amores?