El destino

Del grueso tronco del mejor madero,
Suele arbitrariamente el artesano,
Hacer que salga de su docta mano
El asiento que ocupa un zapatero:

Toma otras veces este mismo obrero
Una porción del leño más villano,
Y forma con instinto soberano
El busto de una diosa o de un guerrero.

El destino también inicuamente
Al artífice imita en sus deslices,
Haciendo venturoso al delincuente;

Y aquellos que debieran ser felices
Por sus nobles virtudes, inclemente
Los deja miserables e infelices.


1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (1 votes, average: 5.00 out of 5)

Poema El destino - Manuel de Zequeira Arango