¿Ya piensas en casamiento
porque tu fortuna escasa
te ha dado una… que no es casa,
pues si digo casa miento?
¿Quieres que se menoscabe
tu dicha por este empeño,
y a tu honor, que se halla en peño,
no le das al menos cabe?
No dejes ningún contrato;
ditas y haberes concuerda;
y después lo harás con cuerda,
resolución y con trato.
Es digno de compasión
quien, sin saber, se encadena,
y su albedrío en cadena
ciego pone con pasión.
Escudriña tu conciencia;
con ella ponte en contacto;
que al matrimonio con tacto
se debe ir, y con ciencia.
No te lleves del donaire
ni del garbo te enamores,
que quien así es en amores
tiene el nombre de Don Aire.
La hermosura sufre estrago,
la experiencia nos lo enseña,
dejando fastidio en seña,
que en dos amantes es trago.
En la juventud florida
siempre el amor nos congracia,
pero nos burla con gracia
en siendo ya su flor ida.
Genio y honradez comprueba
en tu mujer, sabiamente,
pues no es de una sabia mente
quien todo no hace con prueba.
No dejes con modo expreso
que te trate como esclavo,
que una mujer tal es clavo
y cárcel donde uno es preso.
En fin, si el olvido entierra
la pasión que es fementida,
cuando no es la fe mentida
y hay virtud, no cae en tierra.
Al darte yo el parabién,
pienso me he de complacer
si te casas con placer
y te casas para bien.