Mañana de ámbar (8)

Domingo López Chang cometió la osadía de creer en mí. Le contaba sin parar y él sonreía. Le fantaseaba historias y las adornaba con un […]



Mañana de ámbar (7)

Tus ojos achinados, tus manos de otro mundo, tu cintura estremecedora y tu pelo azabache. El amor de todos a la vez, la asombrosa niña […]



Ocurre

Ocurre que estamos construyendo un monumento a la desmantelación y nada podrá impedir que el ruido de los demolidos caserones se escuche del otro lado […]



Mañana de ámbar (4)

No ocurrió nada memorable para ser escrito en los libros de historia patria. No protagonizamos los sucesos que ocurrieron mientras crecíamos; no nos dimos cuenta […]



Mañana de ámbar (14)

Entre frituras, chicharrones y corvinas fritas, la Calle K era una serpiente nocturna capaz de envenenar la sangre, con sus soldados enormes deambulando, aquí en […]



Mañana de ámbar (3)

Entre el restaurante Napoli y la farmacia contábamos veinticuatro pasos lentos o cinco segundos rápidos para cruzar a la otra acera. Aquí estaba nuestro hogar, […]



Mañana de ámbar (10)

Bella Vista era un mundo inalcanzable, un barrio como esculpido en hielo, lejos de nuestra frontera. Allá estaban las mansiones con portales y flores, como […]



Mañana de ámbar (9)

La casa ya no está. La ciudad fue masticándola con todos nuestros recuerdos dentro. La derribaron y no lo supe sino mucho tiempo después. El […]



Mañana de ámbar (1)

¿Viven aún en ti las gruesas gotas de los aguaceros de zinc de esta ciudad en octubre? ¿O es que aquellas lluvias fueron el naufragio […]



Mañana de ámbar (12)

Lavábamos carros por diez centavos. A veces no nos pagaban y estaba bien, era parte del negocio. No teníamos ninguna pena; era la combinación perfecta […]



Mañana de ámbar (13)

Las Bóvedas era como arribar a la capital del paraíso. Allá íbamos por toda la Avenida A, hasta llegar al borde del mar. La Plaza […]



Mañana de ámbar (6)

A la hora de los entierros la abuela siempre repetía lo mismo: “Respeten a los muertos.” Cuando entraban, por fin, al cementerio Amador, en grupos, […]



Mañana de ámbar (5)

Teníamos un estadio de Fútbol sólo para nosotros. Era la algarabía nunca vista, excepto al llegar mayo cuando volvían a clases los alumnos del Instituto […]



Mañana de ámbar (11)

La pelota que tanto quise y nunca llegó a mis manos, la que tanto anhelé y no me fue regalada, la que le dije a […]



Mañana de ámbar (2)

Llegaba el verano y no íbamos al mar. En esta guarida de pobreza no habían aviones que abordar hacia otros países; el planeta se reducía […]