¿Quieres decirme, zagal garrido,
Si en este valle naciendo el sol,
Viste a la hermosa Dórida mía;
Que fatigado buscando voy?
-Sí, que la he visto pasar el puente,
Y a los alcores se encaminó
Un corderito la precedía,
Atado al cuello verde listón.
-¿Sólo el cordero la acompañaba?
-También con ella iba un pastor.
-¿Lícidas? – Ése: Lícidas era;
Más que te asusta ¿Qué mal te dio?
-¡Ay! Vaquerillo, ¡qué feliz eres!
Pues aun ignoras lo que es amor.