EN las tardes de agosto te llevaré a las grutas
Donde el fresco gotea como los condenados.
Serás dichosa aquí,
Alta como los pinos, desplomada
Como los tejos.
Sangrarás todos los meses por la palabra hembra,
Beberás la mentira de las generaciones,
Encontrarás la hierba que intoxica la angustia,
Manarás de ti misma la venganza.
Serás feliz aquí,
Noble como la higuera, furibunda como los rayos
Y verás a los tuyos cada vez que haya bruma.
Yo te levantaré molinos con los brazos
De quienes suplicaron decirte eternamente
Adiós desde lejos;
Yo te dibujaré los planos del olvido,
El camino redondo donde giran los muertos,
La muralla de gritos donde da vuelta el tiempo.
Tendrás las manos siempre abiertas
Como el día,
Los ojos encendidos como una primavera.
Serás feliz aquí, te lo prometo.
Os prometo a vosotros que ella no cesará
De labrar vuestras tierras de sueño
Y conquistar las mieses en que dora el destino.