Siempre en el mes de julio
Tengo los huevos poché
Y escarpines de grasa negra
Insertados en el piso
Descubro que la palabra piorrea
No ha sido usada aún en un poema
Será que duele?
Con la alegría de los fuegos encendidos de invierno
Vendo mis pesadillas de carrozas rotas
Por tres medallas de pasta
Las notas rojas de un clavicordio frío
Que se nos cae encima demoliéndonos
Gritan con sus tonos violentos
Que no hay nada nuevo todavía
Y celebro con ostias negras
La ausencia impar de la alegría momentánea
Desde esta mano que ahora es tu caricia
Un torbellino de fósforos alocados
Incendian catedrales de cera oscura
Un pájaro enfermo finge ser estrella
Los milagros sufren un recargo del 10%
Le deletreo a un oficial la palabra sueño
Y me pide que yo la escriba
Una basura en mi ojo izquierdo
Provocó la sonrisa de tres callejeras cansadas
Pensar que alguna vez un vino
Nos hizo quedar inconscientes
Y casi acabamos cediendo
Juramentándonos clemencia
El día en que terminen de inundarnos
Sabrán que en el arca esta vez
Viajarán los que hoy son tratados como bestias
Tenedor libre, Corazón esclavo
No nos dejes caer en la tentación
Abríganos el alma, también, también.