Ninguna soledad como la mía.
Lo tuve todo y no me queda nada.
Virgen María, dame tu mirada
Para que pueda enderezar mi guía.
Ya no tengo en los ojos sino un día
Con la vegetación apuñalada.
Ya no me oigas llorar por la llorada
Soledad en que estoy, Virgen María.
Dame a beber del agua sustanciosa
Que en cada sorbo tiene de la rosa
Y de la estrella aroma y alhajero.
Múdame las palabras, ven primero
Que la noche se encienda y silenciosa
Me pondrás en las manos un lucero.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)Versos similares:
- Sonetos nocturnos i Tiempo soy entre dos eternidades. Antes de mí la eternidad y luego De mí, la eternidad. E1 fuego; Sombra sola entre inmensas claridades. Fuego del […]...
- Vida mía ¿A quién debo yo llamar vida mía, sino a tí, Virgen María? Todos te deben servir, virgen y madre de Dios, que siempre ruegas por […]...
- Sonetos del arcángel (iv) Se alza mi corazón… rosa de vida, con musical fragancia y miel de aurora, y es una dulce y nueva flor cantora en el rosal […]...
- Asombro de maría en la anunciación Estaba María santa contemplando las grandezas de la que de Dios sería Madre santa y Virgen bella el libro en la mano hermosa, que escribieron […]...
- Sonetos corporales (iv) Un papel desvelado en su blancura. La hoja blanca de un álamo intachable. El revés de un jazmín insobornable. Una azucena virgen de escritura. El […]...
- Misterios gloriosos LA RESURRECCIÓN Vuelva la muerte a su fosa después que en la sombra inerte, luchando en lid silenciosa, rompió capullos de muerte invencible mariposa. LA […]...
- La mujer ideal Yo vi, cuando era muy niño, En un camino desierto, Una niña junto a un muerto Orando el cielo por él: Y la vi cómo […]...
- Quien tuviera por señora Quien tuviera por señora la Virgen, Reyna del cielo, no tema ningún recelo. Que a los flacos coraçones con su gracia torna fuertes, haze vidas […]...
- La rosa amarilla Se encendió la rosa fulgurante afuera de la ventana, ha estallado una rosa, parecemos las víctimas del incendio, azorados, ávidos de su belleza. Ahora todo […]...
- Primera página ¡Oh Arcano, Para subir a ti, dame la mano! Dame, noche encendida, Luz; y tú dame, vida, (pues el viaje es muy largo, el tiempo […]...
- Romance de la reina mercedes I Una dalia cuidaba Sevilla en el parque de los Mompansié, ataviada de blanca mantilla parecía una rosa de té. De Madrid con chistera y […]...
- Los sonetos del mar iv Belleza misteriosa y fugitiva; Belleza que es belleza en ci instante. Insinuación celeste en el errante Misterio. Azul y rosa en aguaviva. En lúcida presencia, […]...
- Sonetos corporales (ii) Asombro de la estrella ante el destello de su cardada lumbre en alborozo. Sueña el melocotón en que su bozo Al aire pueda amanecer cabello. […]...
- Rapaz Paz hecha a semejanza del rayo En la noche circundada de gritos Junto al estuario de los niños asesinados Guerra sin tregua la paz del […]...
- Sonetos del arcángel (i) Quiero, para nombrarte, voz tan fina y tan honda… conciencia de la rosa, eje del aire, llama melodiosa, cambiante y desolada voz marina. Vaivén de […]...
- Sonetos del arcángel (vii) Te busca el hombre, terco y confundido, ¡sol que al ojo cobarde ha deslumbrado! ¡dardo de lo infinito que has herido con punta de virtud […]...
- Esta sin arrogancia Esta sin arrogancia no ha reclamado nunca mi soledad vencida. Ni esa que extraviada en los jardines puede olvidar el sitio de cada mano, ni […]...
- SueÑo especular Amo las gaviotas que se alejan Con una rosa inmóvil en su espacio. Más allá de todo dios Ansío esta quietud De líneas paralelas. Adivino […]...
- Los sonetos del mar i ¿Qué viento viene cabalgando en onda Coronada de luz, y en mis oídos Deja vastos mensajes encendidos De tantas islas de celaje y fronda? Me […]...
- Sonetos del arcángel (iii) Amor, eres radiante como el día y como el agua transparente y puro; vienes de la más clara lejanía como un panal de sol, rico […]...
- Si amor pone las escalas Si amor pone las escalas al muro del coraçón, ¡no ay ninguna defensión! Si amor quiere dar combate con su poder y firmeza, no ay […]...
- Sonetos corporales (vii) Nace en las ingles un calor callado como un rumor de espuma silencioso. Su dura mimbre el tulipán precioso Dobla sin agua, vivo y agotado. […]...
- Malva y rosa A Guillermo de Torre De este sueño malva y rosa que sueña el agua del río, se van rosando en la tarde las velas de […]...
- Alondras que mueren deslumbradas (i) un esplendor Un esplendor oscuro bajo el deleite de profanarte esta noche de cristales de algún fulgor desamparado sobre la súbita espesura de tu más profunda carne. […]...
- He visto He visto las máscaras de Ensor y los retratos de Van Eyck He visto las treinta y nueve tesis que perdieron a Jan Huss He […]...
- Sonetos postreros Nada hay aquí, la tumba está vacía. La muerte vive. Es. Toma el espejo Y mírala en el fondo, en el reflejo Con que en […]...
- Una tierra que espera A Dina Posada Esas musas inquietas que animan la existencia En cada rosa una espina da su autógrafo o en cada espina una rosa ofrece […]...
- Siempre la rosa Has dicho rosa: rosa, rosa, pesada rosa Sopesando la rosa se te cae de la mano. Tal es en la escritura: ya cambió. Ya no […]...
- María del carmen Es que la vida no había traído un dolor tan perennemente extraño. Y como la ceniza que se vierte las manos arden y arde la […]...
- A nuestra señora de castellanos en el solemne acto de su traslación a la iglesia de chamberi Estrella celestial, cándida y pura, Bella, dulce María, Que del querub acoges en la altura La grata melodía; Dame que el alma por la Fe […]...