A Florentino González
Me he sentado frente al silencio
Del atardecer – donde no llega
El graznido de la modernidad –
A indagar en el sentido de la vida,
A contemplar la belleza
De las piernas que pasan, distraídas,
Por mi puerta, ajenas al alboroto que levantan.
Como si fueran pájaros que emigran.