Impávida: la princesita de Babiera en nombre de la
continuidad deshoja los narcisos.
Decapita las moscas.
El universo desde su ventana un bufón: colecciona torsos,
enjambres, debate la alegoría de los cuerpos, redondea
y ofusca un acertijo.
Dispone para su entretenimiento el ultraje de las formas.
Restituye a la araña de las patas del cucarachón, en el abdomen
los carapachos.
Para la mariposa, alas de una cigarra: otra numeración.
Y a la noche trota sobre una mula, escucha chisporrotear
bajo los cascos la gula de las libélulas.
Pasa, una red
se extasía deslizándose tramposa en la oquedad de los alerces
y la hincan de bruces.
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