OYAMBRE
Recuerdo lo cíclope que estaba el cielo de agosto, aquella
Primera noche de playa que rema recia en la memoria
Para acudir a este instante con arena en los ojos
Que gozamos entonces.
Invadía
La marea nuestro ámbito, y la pasión fue aeroplano noctámbulo
De dos cuerpos hiriéndose alargados, como un chispazo de noches
Que buscaran penetrar en el recinto de la vida y su caricia.
YO, espíritu de cúspide,
Viajero arrojado desde el inicio del viaje
Al raíl de tiempo en que todos habitamos como huérfanos,
Y TÚ, que quisiste apilar todos los acantilados
Que estallan en preguntas al mar,
Hacer un silo con las dudas,
Moler el grano de la lluvia,
Compartir el pan en paz:
AMBOS,
Supimos construir un castillo de sándalo imposible,
Seducidos por el amor despacio de dos bocas.
Fue nuestro el mar Cantábrico aquella noche,
Y lo es ahora que perdura en la memoria enamorada,
Que aún anhela la arena de la rada.