No miréis más, señora,
Con tan grande atención esa figura,
No os mate vuestra propia hermosura.
Huid, dama, la prueba
De lo que puede en vos la beldad vuestra.
Y no haga la muestra
Venganza de mi mal piadosa y nueva.
El triste caso os mueva
Del mozo convertido entre las flores
En flor, muerto de amor de sus amores.