¿Cuándo veré tus ojos otra vez? Siempre callas…
En tu silencio hay un espejo roto
Reflejando los míos, colgado de la nada.
Me miraste una vez – aquella noche-
Y esquivé tu mirada… De ese encuentro conservo
Un fragmento de imagen, un temblor en mi espalda,
Un rumor en mi sangre
Y el sabor instantáneo de una lágrima.
Me dijiste al oído una sola palabra…
No sé qué significa, ni tampoco pronunciarla.
Palabra que está hueca de mí mismo.
Palabra que me espera para ser habitada.
Te posaste en mi vientre con el peso de un águila.
Te sentí en cada pluma y en el pico.
Te sentí en ambas garras.
Y sentí que tirabas de mi aliento.
Y sentí cómo se abrían tus alas.
Y sentí que algo mío iba contigo
Cuando ya te elevabas.
El miedo a ti se llena de preguntas.
Pero todas son falsas.
Por eso, acaso, una sonrisa siempre
Se dibuja en mis labios cuando callas…
…Me respondes con esa sola nota,
Monótona y precisa, que pulsa mis entrañas.