Mira mi ojo
huracán
bebe mi entraña
se descompuso mi mirada cuando
vi por última vez a mi asesino
él me acostumbraba a su presencia
día por día
me envenenaba el agua
recorría aguijoneando
cada centímetro de piel
Mi ojo
sin embargo
huracán
pudo quedarse atado a la memoria
de algunos pocos en espera
Mi ojo
sin mirada pero
visiblemente retratado en los rostros
de otro y otro cómplice escondido
Mi ojo
huracán
tal vez pueda alimentarse todavía
de pequeñas victorias
populosas
gratificantes
en la bocas exactas que me nombren