MeditaciÓn de estÍo

No era nuestro el tiempo. Era de otros que fueron nosotros

Sin cicatrices, sin velos, casi desnudos.

Otros cuya piel era dorada,

Mundo con luz y menor sobresalto.

Una visión hermosa donde dibujar

Escenas que acaso sucedieron,

Y quedaban tan lejos, tan rotas

Como el agua se rompe en sueños distantes.

No aceptamos la forma que tuvimos.

Es sólo un rumor

Que rinde su presencia

Con sombras que nadie reconoce.

De nada sirve saber en dónde estamos:

La realidad conserva en sus umbrías

Resplandores de una luz que no nos pertenece.

Vivir es costumbre,

Fulgor fingido,

Ilusión de ver entre tanta ceguera.


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Poema MeditaciÓn de estÍo - Juan Ramón Mansilla