La vida de las moscas

Nosotros no dormimos. Hay un gesto

De araña en cada sombra amenazante

Y el silencio se llena de presagios.

No dormimos. Quemamos

Las horas como extraños cigarrillos.

Sabemos que ahí afuera la vida es deseable,

Las chicas huelen bien,

Y nada de eso es nuestro.

No podemos dormir, no hemos dormido nunca.

A veces alguien mira, de perfil, preguntándose

Con dolor qué esperamos

Desde hace tanto tiempo. Las arañas,

Las arañas. No hemos dormido nunca.

Y pasamos los días con los ojos abiertos

Como esos tragaluces que miran desde un sótano.

Ya nos duelen los párpados

Y alguien dice palabras,

El mundo está bien hecho, simplemente

Nuestra vida es así.

Ojalá nos muriésemos como quien no ha vivido,

Que un soplo nos borrase la arena de los labios,

Sin huellas y sin humo, apagando la luz.

Ah, si por fin durmiéramos, no puedo imaginarlo.

Tus labios cantarían una canción de cuna.

Más también las arañas… Hay un gesto

De mosca en cada sombra. Oh, Señor de las Moscas,

La vida es un infierno.

Nosotros no dormimos, igual que las arañas,

Cristales y arenilla bajo la nuca insomne.

Ellas tejen sus redes.

Por si las moscas.


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Poema La vida de las moscas - José Luis Piquero