La vida huyó en el lamento

La vida huyó en el lamento de no tenernos
imposibilidad que me aventuró a otras tierras
y a ti a otro cielo.

La piel se nos fue transparentando

Dejaste hijos que contarían
que el abuelo en vez de ojos
tenía mordidas de noche

Yo me enredé en papeles
de tonalidades blancas
que olía en busca de una tierra
que me punzaba el vientre

Los perros se morían
y las carreteras ya no eran cruzadas por burros
Recordaba tu mano recogiendo
humo hacia tus labios
y la música lenta adormecía hasta ese lamento
que subía desde los pies

No recuerdo con claridad la última vez de tu rostro
no conservo más que una fotografía en una feria
ni siquiera sequé una de esas flores que me diste
mordiéndote el amor como si dijeras por descuido
una blasfemia

No recuerdo tu cuerpo
ni tu olor
ni un poco el tono de tu voz
pero sí el vibrar del aire
el embestir del miedo
al sentirte arrebatándome

Y hubo otros días
con otras historias
y tardes fumando
ante un tinto sin paladear
con la resignación absurda
de no pronunciarte

Y cuando el mundo se acortó por un sol
que ya no iba a ser para nosotros
oí tu risa como cascada rota
y fue la primera vez que tomaste mi mano
para bailar en un kiosco vacío.


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Poema La vida huyó en el lamento - Mariana Bernárdez