Juan Ramón Jiménez

El tren arranca lentamente…El pueblo viejo tiene en sus grandes casas, sucias y silenciosas, una opaca, doliente y suave claridad, perdido entre las gasas azules […]

En la luz celeste y tibia de la madrugada lenta, por éstosEn la luz celeste y tibia pinos iré a un pino eterno que espera. […]

¿Te acuerdas? Fue en el cuarto de los niños. La tarde de estío alzaba, limpia, por entre la arboleda suavemente mecida, últimas glorias puras, tristes […]

¡Que goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía! Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesía Y […]

La tarde viene cayendo. De las praderas segadas Llega un suave olor a heno. Los pinares se han dormido. Sobre la colina, el cielo Es […]

Mira, Platero, qué de rosas caen por todas partes: rosas azules, rosas blancas, sin color… Diríase que el cielo se deshace en rosas. Mira cómo […]

¡Qué blanca viene la luna! – Si me muero deste mal, no me entierren en sagrado; fáganlo en un praderío donde non pase ganado; dejen […]

¿Cómo era, Dios mío, cómo era? -¡Oh, corazón falaz, mente indecisa!- ¿Era como el pasaje de la brisa? ¿Como la huida de la primavera? Tan […]

Río de cristal dormido, y encantado; dulce valle, dulces riberas de álamos blancos y de verdes sauces. – El valle tiene un ensueño y un […]

¡Qué dulcemente va cayendo tu belleza! ¡Qué dulcemente va cayendo tu belleza! Otoño pleno desordena la armonía de tu pecho; y, en plástica oleada de […]

…Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros Cantando; Y se quedará mi huerto, con su verde árbol, Y con su pozo blanco. Todas […]

Encontré a Platero echado en su cama de paja, blandos los ojos y tristes. Fui a él, lo acaricié hablándole, y quise que se levantara. […]

Estas violetas mustias…¡Oh qué olor tan lejano! ¿Es un olor que viene de otro mundo, en el viento? ¿O es que el olor, mujer, les […]

Llueve sobre el río… El agua estremese Los fragantes juncos De la orilla verde… ¡Ay, qué ansioso olor A pétalo frío! Llueve sobre el río… […]

Lo que Vos queráis, Señor, sea lo que Vos queráis. Si queréis que entre las rosas ría hacia los matinales resplandores de la vida, que […]

Mujer, perfúmame el campo; da a mi malestar tu aroma, y que se pongan tus manos entre el tedio de mis rosas, ¡Olor a carne […]

Goza, me dicen todos, de la vida; tu mañana está lleno de frescor; golpea la inquietud de tu alma herida con la lira de flores […]

Te veo mientras pasas sellado de granates primitivos, por el turquí completo de Moguer. Te veo sonreír; acariciar, limpiar, equilibrar los astros desviados con embeleso […]

Me dicen estos y aquellos, movidas sombras de otros yoes en mí mismo: “¿A qué ese afán, esa insistencia, ese dinámico éstasis en tu obra?” […]

Si yo, por ti, he creado un mundo para ti, dios, tú tenías seguro que venir a él, y tú has venido a él, a […]

Dios del venir, te siento entre mis manos, aquí estás enredado conmigo, en lucha hermosa de amor, lo mismo que un fuego con su aire. […]

¡Qué tranquilidad violeta, Por el sendero, a la tarde! A caballo va el poeta… ¡Qué tranquilidad violeta! La dulce brisa del río, Olorosa a junco […]

Pues que han abierto ésta tarde las rosas de tu terraza, deja que ponga mis labios sobre tus labios, amada. Tengo fragantes mis manos para […]

En el fondo de la estancia un instante nos hallamos; la sombra nos envolvía y nadie quiso mirarnos. Yo sentí que me embriagaba el perfume […]

La noche cae, brumosa ya y morada. Vagas claridades malvas y verdes perduran tras la torre de la iglesia. El camino sube, lleno de sombras, […]

Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de […]

Como en el ala el infinito vuelo, como en la flor está la esencia errante, lo mismo que en la llama el caminante fulgor, y […]

¡Si su belleza en mí morir pudiera como en ti, mar, se borran los colores que el sol divino te dejó, en las flores de […]

1 LO QUE SIGUE Como en la noche, el aire ve su fuente oculta. Está la tarde limpia como la eternidad. La eternidad es solo […]

¡Ay, qué relumbres y olores! ¡Ay, cómo ríen los prados! ¡Ay, qué alboradas se oyen! ROMANCE POPULAR En mi duermevela matinal, me mal Humor A […]

Hasta esta puras noches tuyas, mar no tuvo el alma mía, sola más que nunca, aquel afán, un día, presentido, del partir sin razón. Esta […]

Renaceré yo piedra, y aún te amaré mujer a ti. Renaceré yo viento, y aún te amaré mujer a ti. Renaceré yo ola, y aún […]

Vendrá un carro por mi cuerpo -¿en dónde estará mi alma? y se pasará a la puerta del jardín. Sobre mi caja negra y con […]

¡Qué miedo el azul del cielo! ¡Negro! ¡Negro de día, en agosto! ¡Qué miedo! ¡Qué espanto en la siesta azul! ¡Negro! ¡Negro en las rosas […]

Soy este Que va mí lado sin yo verlo; Que, a veces, voy a ver, Y que, a veces, olvido. El que calla, sereno, cuando […]

Igual, la flor retorna a limitarnos el instante azul, a dar una hermandad gustosa a nuestro cuerpo, a decirnos, oliendo inmensamente, que lo breve nos […]

… El agua lava la yedra; Rompe el agua verdinegra; El agua lava la piedra… Y en mi corazón ardiente, Llueve, llueve dulcemente Esté el […]

Veníamos los dos, cargados, de los montes: Platero, de almoraduj; yo, de lirios amarillos. Caía la tarde de abril. Todo lo que en el poniente […]

Estoy triste, y mis ojos no lloran Y no quiero los besos de nadie; Mi mirada serena se pierde En el fondo callado del parque. […]

ÁRBOL JOVEN Y ETERNO, CASTILLO DE BELLEZA (En el libro “Árbol añoso”, de Narciso Alonso Cortés) Sí: en tu cerca ruin, que desordena ya abril […]

Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino […]

Aquella tarde, al decirle que me alejaba del pueblo, me miró triste, muy triste, vagamente sonriendo. Me dijo: ¿Por qué te vas? Le dije: Porque […]

Los dioses no tuvieron más sustancia que la que tengo yo. Yo tengo, como ellos, la sustancia de todo lo vivido y de todo lo […]

La mañana de Santiago está nublada de blanco y gris, como guardada en algodón. Todos se han ido a misa. Nos hemos quedado en el […]

“Aquel purpúreo monte, que tenía la formación más viva hacia el ocaso, desviado secreto de espesura”, vuelve hacia mí, se instala ante mi fe, lo […]

Andábamos, monte arriba, bañados de luna… Tú me diste – Blanca, ¿te acuerdas?- un ramo de almoraduj. ¡Qué pálida era tu mano mate en la […]

¡El pozo!… Platero, ¡qué palabra tan honda, tan verdinegra, tan fresca, tan sonora! Parece que la palabra la que taladra, girando, la tierra oscura, hasta […]