Todo vuelve otra vez vivo a la mente,
irreparable ya con el andar del tiempo.
CERNUDA
Apenas licor en las copas
Con celaje de labios.
Ha cesado la noche. La niebla se diluye
En una luz inmadura
Venida de pronto como de extrañas tierras.
Más que mirar, los ojos respiran.
Suena a cuerdas y nubes
Demasiado desafinadas.
Las palabras esconden mucho olvido dentro,
Mucho sigilo, mucha vida.
Giran, giran constantemente,
Dejando al pasar el dolor que abandonan.
Nada se gana con saber lo irremisible.
A fuerza de imaginarlos
Los sucesos acontecen.
Es enero otra vez
Y la niebla, de estar en todas partes,
No se mantiene en ninguna.
La niebla oculta dentro mucha luz,
Mucha paz, mucha vida.
Es un mar que envuelve el silencio.
Las palabras forma, agua pronunciada.
Es hermoso aquello que no puede expresarse,
Todo lo que aún permanece encerrado
En su cofre de oro, en su humo purísimo.
La niebla arrastra las palabras
Y las hace girar, girar
Hasta que se remansan, girar constantemente
Hasta que las acoge en su fulgor
Y las deshace en la ceniza del tiempo,
Que es lumbre fecunda,
Lumbre que nunca se apagara.