Doble fondo

El fuego que hubo en mí no ha caducado.
Ya sé que muchos días fueron ascuas,
Dudosa llama, lengua que se arrastra,
Pero un rescoldo fiel en tanta ruina
Me entrega su frescura, la paciencia
Que prende imprevisible y se renueva
Abriendo su ramaje de centellas.
Durmió remotamente en la ceniza
Y fue ceniza al ojo escrutador,
Hurtando su consuelo un tanto escaso.
Ahora, mientras florece entre mis manos
Que rinden homenaje a su regreso,
Vislumbro entre las llamas melodiosas
(doméstico zarzal que no habla claro)
Otro denso futuro de ceniza,
La gris inexistencia donde impera
El frío que tampoco ha caducado.


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Poema Doble fondo - Jordi Doce