Deja colores del suelo
Para dibujar su frente
Y tome el pincel valiente
Lo más sereno del cielo;
Tu cuidado y tu desvelo
De la vía láctea, breve
Parte tome, si se atreve,
Y saldrá desta mixtura
Serenidad y blancura
De cielo claro y de nieve.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Deja Deja que te planten cara Cuando les hables y deja Que entre insultos y amenazas Cicatrice tu paciencia. Deja que te cuenten males Y te […]...
- Se deja de querer Se deja de querer, y no se sabe por qué se deja de querer: Es como abrir la mano y encontrarla vacía, y no saber, […]...
- A una dama hermosísima que se quemó en el incendio de una casa En viva nieve delicada y pura mostró su enemistad el fuego aleve, sin duda tuvo celos desta nieve porque también quemaba su blancura. Ya de […]...
- Ante el ara Te brindas voluptuosa e impudente, y se antoja tu cuerpo soberano intacta nieve de crestón lejano, nítida perla de sedoso oriente. Ebúrneos brazos, nuca transparente, […]...
- Deja tu chipre amada Deja tu Chipre amada, Venus reina de Pafos y de Gnido, que Glycera adornada estancia ha prevenido, y te invoca, con humos que ha esparcido. […]...
- El cielo aquel pintado con tizas de colores El cielo aquel pintado con tizas de colores; el sol que se empozaba tantos jueves para los largos temporales “Cuando se empoza el sol en […]...
- No deja de llover No deja de llover sobre las ruinas que rodean mi casa, vieja y pobre, aislada en medio de este descampado. No llueve igual más lejos, […]...
- No traces ni hagas bosquejo No traces ni hagas bosquejo De esta admirable pintura, Sin mirarte en la hermosura De quien della es luz y espejo, Que aunque sigas mi […]...
- La firmeza de tu suelo En esta vida entre días oscuros Y días claros, alzo mi canto. Grito con una voz con la que espanto Toda mi soledad, rompiendo muros. […]...
- Deja que hable ezra pound Si no tienes nada que decir cállate Deja que hable Ezra Pound Desde las sombras el espléndido anciano Desde la fina línea de agua El […]...
- Carta de un suicida No fue el dardo que dio en el centro tampoco el veneno ni la mariposa que traía en la punta no fue un golpe de […]...
- Génesis En el principio fue la luz o el hielo. Sólo después amaneció la nieve. Y durante millares de años, sin prisa, con controlada paciencia. Como […]...
- Cuando supe que una pequeña inflamación del suelo Cuando supe que una pequeña inflamación del suelo En el Cementerio de Arlington Se cubría de flores y manojos de lágrimas Con insistencia de pabellones […]...
- Colores en el polvo Si vuelven aquellos días En que la madrugada era Un frasco de estrellas De balas rápidas De gente apedreando carteles De lágrimas cristalizadas y Dientes […]...
- Poema en cuatro colores Quiero leerte este poema negro Escrito con diez burdas puñaladas Con el puñal por dentro de mi pecho, Tallándome tu nombre en las entrañas. Quiero […]...
- Sentimientos de ausente Amado dueño mío, Escucha un rato mis cansadas quejas, Pues del viento las fío, Que breve las conduzca a tus orejas, Si no se desvanece […]...
- Marcha, pues, y en arneses y en colores Marcha, pues, y en arneses y en colores es su campo acerada primavera. Vence siempre al pasar, como a las flores vence el arado en […]...
- Sepultan la luz bajo el negro suelo Sepultan la luz bajo el negro suelo. El cráneo y su sueño se quedarán a oscuras Y a oscuras beberá el desnudo El agua de […]...
- Esta canciÓn estaba tirada por el suelo Esta canción estaba tirada por el suelo, Como una hoja muerta, sin palabras; La hallaron unos hombres que luego me la dieron Porque tuvieron miedo […]...
- Cambia al ébano el color Cambia al ébano el color Y con él en vez de tinta, Dos iris hermosas pinta En este cielo menor, Prendas que nos da el […]...
- Soneto deja vù Al parecer volvía a repetirse Esa extraña costumbre de quererte De dormir en tu cuerpo y de tenerte En mis brazos que quieren redimirse No […]...
- Octubre Pero otra vez octubre: el cielo raso Y el árbol sin pudor ya se desnuda Que a la furtiva cita hay quien acuda, Temblándole la […]...
- Sonetos corporales (iv) Un papel desvelado en su blancura. La hoja blanca de un álamo intachable. El revés de un jazmín insobornable. Una azucena virgen de escritura. El […]...
- Hablando un ausente a la fuente Lloras, oh solitario, y solamente Tu llanto te acompaña, que, lloroso, El eco usurpa deste valle umbroso Y el triste oficio desta dulce fuente. ¡Ay, […]...
- Te doy mi alma desnuda Te doy mi alma desnuda, como estatua a la cual ningún cendal escuda. Desnuda con el puro impudor de un fruto, de una estrella o […]...
- Al silencio Hijo prudente del temor callado Y la tiniebla muda, Hermano del sosiego y del reposo, A ti buscando voy por monte y prado, A ti […]...
- Si en esa clara luz pura y serena Si en esa clara luz pura y serena, Y el grave movimiento Del corazón altivo gobernado, Para mi amarga pena Puede caber un breve sentimiento, […]...
- Octavas Nuevos efetos de milagro extraño Nacen de tu valor, y hermosura, Unos atentos a mi grave daño, Otros a un breve bien que poco dura: […]...
- El pescador de perlas Esta tarde y parte de la noche Volví a sumergirme en el espeso mar Donde flotamos los seres y las cosas. Bajé por perlas que […]...
- El cisne troquelado (la búsqueda) La página replegada sobre la blancura de sí misma. La apertura del documento cerrado: (EVOLUTIO LIBRIS). El pliego / el manuscrito: su texto corregido y […]...