Yo acabaré, infelice, en el ondoso
golfo que ensaña i turba el viento airado,
pues en nevoso ivierno sulqué osado
piélago assí profundo i proceloso.
Ya me arrebata el ponto furïoso,
i miro el leño, en pieças desatado,
entre la espuma errar (¡ai, yo cuitado!)
i no el cielo a mis lágrimas piadoso.
Yo acabaré, pues me creí imprudente
del manso mar, que inmenso me rodea
i bolverá en sus olas mis desnudos
güesos. No fíe de cristal luziente,
tome exemplo en mi mal quien no dessea
ser, cual yo, pasto de nadantes mudos.