YO también masticaba la cal de las paredes
En las tardes de agosto
Y creía que sólo se moría en invierno
Y no entendía por qué cada vuelta del mundo envejecía a mi madre
Estuve enamorado de una araña grandísima que vivía en una grieta
De la puerta
Y hacía competiciones de gusanos.
El cielo me parecía una carpa gigante
Y cuando vi pasar los primeros aviones los ojos se me abrieron
Como dos libertades.
Mi padre me enseñó a comprender el viento,
A predecir la lluvia en la piel de los árboles
Y por eso he tenido siempre miedo al futuro.
De pequeño, además, yo quería ser gitano
Para tener un burro, entre otras muchas cosas,
Y caminar descalzo.
Pero la vida nunca acepta nuestros ruegos
Y me gustó el latín no sé por qué motivo
Y aquí estoy ensañando lo que a veces no entiendo.
¿Qué voy a decir yo de la palabra hombre?,
¿cómo puedo explicar que para que haya historia
Hubo que desde siempre ir matando o muriendo?
Conseguí ser mayor y me quité estos vicios a pesar de mí mismo:
Y me conformo y callo y voy tirando
Y echo de menos mucho la araña de la grieta
Y el olor de la cal me es como de familia.
Aprendí, como todos, a amar lo que no amo,
Y a hacer, según la norma, lo que todos hacían.