Ya no quiero tener fe,
Señora, sino con vos,
pues que soys Madre de Dios.
Vos soys hija, vos soys madre
de Aquél mesmo que os crio.
Él es vuestro hijo y padre
y por madre a vos nos dio.
A todos nos redimió
en querer nacer de vos,
¡bendita Madre de Dios!
Soys Madre de Dios y mía,
soys el fin de mi esperança,
soys mi plazer y alegría,
soys mi bienaventurança.
Mi remedio no se alcança
por otra sino por vos,
¡Virgen y Madre de Dios!
¿Qué mudança me mudó?;
¿quál amor pudo vencerme
quando mi fe os olvidó
por en otro amor meterme?
Que estava para perderme
si no fuera ya por vos,
¡Madre y Esposa de Dios!
Mis verdaderos amores
ya con vos tenerlos quiero,
pues que soys de pecadores
el remedio verdadero.
Que si bien alguno espero
es por serviros a vos,
¡huéspeda y sierva de Dios!
Los que vuestro nombre llaman
son muy presto remediados;
los que con amor os aman
siempre biven consolados.
Nunca son desamparados
los que tienen fe con vos,
¡sagrado templo de Dios!
Fin
A vos quiero por señora,
en tanto quanto biviere;
sed vos mi procuradora
quando deste mundo fuere,
porque después que muriere
no me aparte yo de vos,
¡palacio y casa de Dios!