Hermitaño quiero ser,
por ver.
Hermitaño quiero ser.
Por provar nueva manera
mudar quiero mi vestir,
porque en el traje defuera
desconoçan mi bivir.
No mudaré mi querer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Serán mis hábitos tales
que digan con mi dolor:
será el paño de mis males,
será de fe la color,
y el cordón de padecer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Será hecho mi cilicio
de muy áspero tormento,
texido con mi servicio,
cosido con sufrimiento,
y élo siempre de traer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Las cuentas para rezar
han de ser cien mil querellas,
el bordón para esforçar
ha de ser la causa dellas.
Y pues me dexé vencer,
por ver,
hermitaño quiero ser.
Crecerán mis barvas tanto
quanto creciere mi pena.
Pediré con triste llanto:
“¡Dad para la Madalena!”,
si me quisieren valer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
No peynaré mis cabellos
ni descansarán mis ojos
hasta que se duela dellos
quien me causa mil enojos,
si se quisiesse doler.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Haré vida tan estrecha,
que peor sea que muerte,
porque no tengan sospecha
que bivo por otra suerte,
y no tomaré plazer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Andaré sin alegría
aquexado de cuydados,
por los páramos de día,
de noche por los poblados,
y assí quiero fenecer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Quiçá que por mi ventura,
andando de puerta en puerta,
veré la gentil figura
de quien tien mi vida muerta,
si saliesse a responder.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Los sospiros encubiertos
que he callado por mi daño,
ora serán descubiertos
en hábito de hermitaño;
ora ganar o perder.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Pensarán los que me vieren
que sospiro con pobreza;
la que mis ojos ver quieren
bien sentirá mi tristeza,
bien me sabrá conocer.
Por ver,
hermitaño quiero ser.
Fin
¡O, qué bienaventurança
ternía mi coraçón
si cumpliesse mi esperança
viéndome en tal religión!
Haré todo mi poder.
Por ver,
hermitaño quiero ser.