Xlvi (lo callado del silencio)

No hay silencio
No lo hay, por sí mismo
Como saludo
Como costumbre diaria
Tomando temprana luz de cerrada boca
Que labra la conciencia del madero muelle
Así
Palpa la vida
Propia caída mordiendo ya encargos
Despidiendo despedida
El gemido agudo del perro compañero
Confundiendo propio destino
Así
Siente la vida
Ruptura en medio del cultivo espejo
Frente a la ofrenda que surge de lo escrito
Salubre por otros aires
Saliendo la herida sola de su cauce
Así
Duele la vida
Instante viajando
Hacia la ausencia de toda esencia
Que alza el doble arco desvelando mano
Con nueva base de este enterrado Salmo


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Poema Xlvi (lo callado del silencio) - Milagro Haack