NACIONAL CUATRO
Gimo desde el puente
(una sola dirección)
que es el retorno.
Conozco este breve tránsito al embrutecimiento.
Hablo desde el lugar
en que mis pies se detienen
a la espera del alma morosa
de mar. Ahí llega
en un ralentí de renuncias y algas.
Aún soy esplendido esperpento. Mañana otra vez
sombra de mi sombra.
No se puede contar un viaje.
Sólo os digo que marché, que regreso,
y no comprendo esta querencia en presenciar
lentos funerales.