Un deseo de ríos y palmeras
Me tiembla entre los dedos
Enredándose
En la voz del tiempo
Tan cansado
Que va nombrando las calles
Donde nadie ha pasado llorando desde entonces
Y está en juego el recuerdo de la piña
Fermentándose en las venas,
En mis labios que desean el azúcar,
O ese tiempo del regreso
Al amarillo de un girasol despierto
Centro de fieltro
Encrucijando tiempos.