Bellas redes de amor, madejas de oro,
sartas de aljófar, púrpura, ámbar, nieve,
del celebrado rostro, a quien se debe
la singular belleza de Medoro,
rendíos al santo y venerable coro,
del rojo Apolo y las hermanas nueve,
que es bien que el mundo y su riqueza apruebe
lo que da el cielo por mayor tesoro.
Y así como linaje y fortaleza
pospuso a la caduca hermosura,
la antigua reina del Catay señora,
posponga y rinda la mortal belleza
al vivo ingenio y ciencia eterna y pura,
y venza al fuerte y bello el sabio agora.