Si amor pone las escalas
al muro del coraçón,
¡no ay ninguna defensión!
Si amor quiere dar combate
con su poder y firmeza,
no ay fuerça ni fortaleza
que no tome o desbarate,
o que no hiera o no mate
al que no se da a presión,
¡no ay ninguna defensión!
Sin partidos, con partidos,
con sus tratos o sin trato,
gana y vence en poco rato
la razón y los sentidos;
los sentidos ya vencidos,
sojuzgada la razón,
¡no ay ninguna defensión!
Con halagos y temores,
con su fuerça y su poder,
de los que han de defender
haze más sus servidores;
pues las guardas son traydores
y cometen traÿción,
¡no ay ninguna defensión!
Nunca jamás desconfía;
de los más sus enemigos
haze mayores amigos;
siempre vence su porfía,
da plazer y da alegría,
y, si quiere dar passión,
¡no ay ninguna defensión!
Son sus fuerças tan forçosas
que fuerçan lo más que fuerte,
puede dar vida y dar muerte,
puede dar penas penosas;
a sus fuerças poderosas,
si pone fe y afición,
¡no ay ninguna defensión!
Fin
No ay quién salga de sus manos,
discretos y no discretos,
a todos tiene sugetos:
judíos, moros, cristianos;
sobre todos los humanos
tiene gran juridición,
¡no ay ninguna defensión!