Sentarse ha saborear la vida.
Saber que siempre estamos solos en múltiples victorias vencidas.
Maldecir mentalmente este violento mareo de esteveloz sueño… y
Después, sentirnos vivos, una y mil veces,
Llevados por el mar violeta de nuestros sueños
Ha mejores puertos con la señal delante de los Santos que nos dirigen entre siglos de pasados
Maldigo el mal y sus macabros soldados que nos impiden recibir el sabor magnifico del viento del futuro
Siempre móvil.