Respuesta a una carta

De mis amigos D. Eduardo Asquerino y D. Mariano
Urrabieta.
Medina del Campo 14 de abril de 1844.

En la primera cuarteta
Villergas saluda fino
A Urrabieta y Asquerino,
A Asquerino y a Urrabieta.

Y no os disputéis jamás5
La preferencia del puesto,
Pues ya sabéis que “atrás esto”
Es lo mismo que “esto atrás.”

Más alegre que hombre chispo,
Y esto en mí no es maravilla,
Me tenéis en esta villa
Pasando vida de obispo.

Soy de mis caprichos dueño
Y sin pensar en mañana,
Cómo, cuando tengo gana,
Duermo, cuando tengo sueño.

Disimuladme si apático
Respondo a vuestro papel,
Pues cosas decís en él
Que me dejaron estático.

Mas tanto de acá, sin mónita,
Diré si me da la gana,
Que a la gente cortesana
La puedo dejar atónita.

Es la gente de esta tierra
Tan pertinaz y tenaz,
Que cuando quiere la paz
Es porque no quiere guerra.

De estos buenos habitantes
Quien más trabaja más suda:
Al que suda Dios le ayuda
Y también sus semejantes.

Que aunque hay vagos estafermos
He visto ayudar y aprisa,
Los monaguillos a misa
Y el doctor a los enfermos.

Se olvidan las etiquetas,
Se olvida cualquiera enojo;
Pero casi a ningún cojo
Se le olvidan las muletas.

Abundan locos sin tasa
Y bobos hay otros tantos,
Mas ninguno tira cantos
Al tejado de su casa.

En esta tierra es de fe,
No lo tengáis por mentira,
Si ve menos quien más mira,
Quien más mira menos ve,

Desde el noble al pisaverde
Que a jugar al monte acierta,
Si halla la contraria en puerta
Cuanto más pone más pierde.

Aquí el que no grita clama,
Y el que no clama vocea,
Y el que no brinca patea,
Y el que no llora no mama.

Los malos y los peores
Quieren que ande el diablo suelto,
Y es porque a río revuelto…
Ganancia de pescadores.

¡Qué encontrados pareceres!
En fin, ¿qué tal andará
Cuando los hombres acá
Se casan con las mujeres!

No son cuestiones de nombres
Las rarezas que aquí pasan;
Ya veis, en Madrid se casan
Las mujeres con los hombres.

Cuando se toca a pagar
La contribución nefanda
Nadie sabe por donde anda
Para sumar y restar.

Pero si les dan dinero
Todos saben dividir,
Y en vez de medio partir
Quieren partir por entero.

Cuando alguno con ahínco
A echar cuentas me importuna,
Con decir “cuatro más una”
Le digo cuantas son cinco.

Y tened por cosa cierta
Que siempre que hablar me toca
Los que no cierran la boca
Me oyen con la boca abierta.

A imitación de Marica,
La del refrán castellano,
Aquí todo ciudadano
Se rasca donde le pica.

Limpian las gentes magnánimas
El polvo con el cepillo,
Menos el ruin monaguillo
Que éste limpia el de las ánimas.

Y todos a troches moches
Dan con muchas cortesías
De día los buenos días,
De noche las buenas noches.

Los jardines tienen plantas
Y dan peras los perales,
Nueces hay en los nogales
Y también en las gargantas.

Abur, que me canso ya,
Si Dios quiere nos veremos,
Y si acaso no nos vemos…
Hasta el valle Josafá.

Y sin gastar mas saliva
Mil memorias os encajo
A Carabanchel de abajo
Y a Carabanchel de arriba.

Mientras Dueros y Pisuergas
Corre como un azacán,
Villergas Martínez Juan
O Juan Martínez Villergas.


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Poema Respuesta a una carta - Juan Martínez Villergas