¡Qué dulcemente va cayendo tu belleza!
¡Qué dulcemente va cayendo tu belleza!
Otoño pleno desordena la armonía
de tu pecho; y, en plástica oleada de tristeza,
el mar de tu alma alza tu cuerpo de elegía.
Hueles a acacia mustia. A veces, nubla un manto
tus ojos de poniente; y, en avara demencia,
recorres, cada instante, el decaído encanto
-¡magnolia, azucenón!- de tu rubia opulencia.
Pero la permanencia vaga de tu ruina,
bella como un crepúsculo reflejo de una gloria,
da al amor que a ti vuelve, cual una golondrina
al nido, un goce lento, largo, como tu historia.
(1 votes, average: 5.00 out of 5)
Versos similares:
- Gusto: belleza conciente Me dicen estos y aquellos, movidas sombras de otros yoes en mí mismo: “¿A qué ese afán, esa insistencia, ese dinámico éstasis en tu obra?” […]...
- Si dulcemente si dulcemente por tu cabeza pasaban las olas del que se tiró al mar/ ¿qué pasa con los hermanitos que entierraron?/¿hojitas les crecen de los […]...
- Hado español de la belleza Te veo mientras pasas sellado de granates primitivos, por el turquí completo de Moguer. Te veo sonreír; acariciar, limpiar, equilibrar los astros desviados con embeleso […]...
- A la hora en que los robles se cierran dulcemente A la hora en que los robles se cierran dulcemente, y estoy en el hogar junto a las abuelas, las madres, las otras mujeres; y […]...
- Poema de la belleza cautiva que perdí Pequeña de mis sueños, por tu piel de palomas, la pálida presencia de la luna en el bosque o la nieve recién caída de los […]...
- La vaga esperanza mía La vaga esperanza mía se ha quedado en vago, ¡ay triste! Quien alas de cera viste ¡cuán mal de mi Sol las fía! Atrevida se […]...
- Lluvia de otoÑo … El agua lava la yedra; Rompe el agua verdinegra; El agua lava la piedra… Y en mi corazón ardiente, Llueve, llueve dulcemente Esté el […]...
- De la belleza de su amada No queda más lustroso y cristalino por altas sierras el arroyo helado ni está más negro el ébano labrado ni más azul la flor del […]...
- Soneto sobre la belleza frágil y perecedera Con planta incierta y paso peregrino, Lesbia, muerta la luz de tus centellas, Llegaste a la ciudad de las querellas, Sin dejar ni aun señal […]...
- Morena Morena de ojos negros, como la noche negra desde donde han venido mis temblorosos pasos. Morena, la romántica, la pequeña, la risueña, cuyo cariño duerme […]...
- Canción de diciembre Qué voluntad de permanencia la de este viejo pirú desabrigado que contra toda ley se sostiene de pie sobre el asfalto. Ya tiene seco el […]...
- Lorelei Mitad es un todo A ella se adhieren como última salvavidas última salvalmas Imploran permanencia en un mundo que se ha tornado líquido náufrago en […]...
- Los dones Todo me lo ha dado la Poesía: el paisaje, la Luna, los vientres de las hembras más hermosas dulcemente paridas por el húmedo vientre de […]...
- El dÍa despuÉs La ceniza es un don, como el agua que fluye. Se detiene un instante en la tiniebla que habita las miradas. Arropa con su pátina, […]...
- Fusión Desconozco el motivo de su arribo; Quizás como un consuelo el cielo me la entrega… Por ella muero y para ella vivo -señora libradora de […]...
- Los sonetos del mar iv Belleza misteriosa y fugitiva; Belleza que es belleza en ci instante. Insinuación celeste en el errante Misterio. Azul y rosa en aguaviva. En lúcida presencia, […]...
- Poema invadido por romanos Los romanos eran maliciosos. Llenaron Europa de ruinas Confabulados con el tiempo. Les interesaba el futuro, Las huellas más que las pisadas. Los romanos, Casandra, […]...
- Apolo Marmóreo, altivo, refulgente y bello, corona de su rostro la dulzura, cayendo en torno de su frente pura en ondulados rizos el cabello. Al enlazar […]...
- Décimocuarta poesía vertical (82) (póstumo) No hay regreso. Pero siempre queda un viaje de vuelta hacia ciertas cosas anteriores, que ya son otras y sin embargo nos llaman con un […]...
- No esperes No esperes, no, perpetua en tu alba frente, ô Aglaya, lisa tez, ni que tu boca, que al más helado a blando amor provoca, bañe […]...
- Amira ¿Conocéis a la rubia y tierna Amira? ¡Qué belleza, qué flor, qué luz, qué fuego! Su andar se ajusta al ritmo de la lira, Hay […]...
- Poema del éxtasis No, nunca fué mi mano más lenta que en la hora Secretamente mía de aquella noche, aquella… Fué así como una nube cuando oculta una […]...
- Viajeros Dormida y rubia, en la roca. Dormida y rubia, llegada ayer tarde de Polonia. El Arcángel de su guarda, San Rafael, la acompaña. No sueñes […]...
- Sierra de cÓrdoba El olvido no existe. La belleza Se añora sin cesar y se persigue: Memoria y profecía de sí misma. La belleza es un sino, lo […]...
- Mediodía perfecto Mediodía perfecto en Egipto. Antínoo duerme. Diríase barbilampiño, algo rubio de sienes, hábilmente depiladas sus piernas para hacer más lenta y reiterada la caricia de […]...
- Las noches del hogar Amo las dichas del hogar sencillo Apetezco su plácido cariño Yo quiero que descanse en mis rodillas La rubia cabecita de algún niño....
- Rema en un agua espesa y vaga el brazo Rema en agua espesa y vaga el brazo, Pero indeciso su ademán suspende, Y aislado del impulso que lo tiende La mano ignora que lo […]...
- El sistema mondus novus Lo escrito en las capas del Planeta La permanencia en el espacio de la naves Las estaciones terrestre a través del suelo Las orejas Los […]...
- Fotografía con autorretrato De engaño a engaño va la luz y no calla. Da un salto la luz y es el vacío entre dos cuerpos. Ese espacio iluminado […]...
- Si al doblar una esquina Apareciera esa persona sola, Yo vería su rostro y sabría. No por un movimiento de la mano (no es verdad Que así suceda). Si apareciera, […]...