Voy estas fosforescencias
Por la orilla de la vida
A veces un poco horario
Tantas veces nunca
Tanto siempre nada.
Me parezco a las luciérnagas
Pero cuando no me enciendo
Es que no existo
No tengo otra estadía que la luz
Otra palabra que el beso
Sáquenme de encima estos nombres
Como muebles antiguos
Esos baúles incógnitos
Y los pequeños cajoncitos
De hacer cosas útiles
Como entrar en las peluquerías.
Yo no me corto nada
Tengo demasiado poco
Me dejo crecer la sombra
Admito cada habitante
Sonrío al que me sonríe
Después me apago
Soy noche
Existo tiniebla
Pozo desparramado.
Y en invierno no hay
Luciérnagas.
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