Pero no más allá, no debo herirte,
no debo herirte más cuando me acerco
con palabras de amor hasta los bordes.
Pero no debo herirte…
A veces cuando
me acerco a ti con tanto amor escondo
en lo profundo un áspid, un veneno,
un agudo cuchillo que ignoraba
y que hiere el amor donde más duele.
A veces pongo esta palabra: pan,
sobre la mesa y suena a muerte, pongo
la palabra Amistad y alguien levanta
el brazo armado para defenderse.
Pienso en amor y algo tus labios hiere,
pronuncio luz y lejos gime el día;
algo que mata el corazón oculta,
algo que entre el amor yace y de pronto
puede matar, herir cuando no quiero.
Cuántas veces he dicho vida y cuántas
tal vez muerte escondía sin saberlo,
cuántas habré cegado la esperanza,
cuántas, creyendo luz, habré arrojado
palabras, piedras, sombras, noche y noche
hacia el sol que amo tanto.