El peso de la belleza
su temperatura
el viento necesario
para volar al misterio
la seducción precisa
ni un pestañeo más
las mujeres saben de esto
para matar
para reírse si quieren
para la salvación
de esto saben
las perversas
doncellas de los siglos todos
arpa y herida se abren
con sólo tocarnos.