Ignorante eres al decir que mi pluma,
Si se yergue no es más que un filazo
El que da y luego se agazapa; ella es una
Que a las dádivas huye y también al abrazo.
No es que no sepa donde cae el estocazo,
Ni la cizaña que todo lo destruye;
Sucede que mejor se resguarda y huye
Del que finge Amistad y pronto da el zarpazo;
Del que agita sus alas y te extiende una mano
Pero con la otra, como ya lo hizo judas,
Hace señas para delatar al hermano.
Por eso, acostumbrado estoy a sus deslices
Y a las prebendas les huyo; sí, es muda
Mi pluma, pero no achato mis narices.