Oda octava

Cuando suenan campanas de Pascua
Y el cirio de la aurora
Ha vencido a la noche,
Se escuchan palabras de condenación.
Cuando los ángeles amables
Sonríen suavemente,
En los oídos se hunden
Las afiladas garras de una maldición.
Cuando sobre el prado
Se extiende el gracioso verdor del avenal,
Cruzan de pronto carruajes nocturnos,
Y en el dulce frescor
Hincan avispas sus agujas.
Cuando curados de una torpe nada
Baja el cielo a la tierra
Como al ciervo la ágil carrera,
Disparan contra el naciente corazón
Flechas de penas antiguas
Que la hoguera del amor infinito
Había incendiado ya.
Cuando coros bendicen el traje
De la augusta paciencia,
Una sombra humillada de no ser luz,
Proclama que su tejido es falso,
Y celosa, la expulsa de la casa,
Con su sangre decorada.


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Poema Oda octava - Orfila Bardesio