Entonces aparece una voz y otro idioma.
Ella te da la espalda y no desea escucharte.
Sus oídos rechazan el rumor de tu viento.
Tus palabras resuenan sólo entre las paredes.
Ella no intenta nunca atender ese ritmo.
La vibración de tantas gargantas desoladas
No tiene espacio en ella.
¿Quién es ella?, ¿la noche?