Ningún cobro ni remedio
puede mi vida cobrar
sino vuestro remediar.
Que si vos no remediáys,
doy la vida por perdida;
si remedio me negáys
yo no siento a quién lo pida:
pues por vos pierdo la vida,
por vos la puedo cobrar:
que no ay otro remediar.
Contentaros y serviros
es el fin de mi desseo;
mis cuydados y sospiros
por vos sola los posseo;
y ningún remedio veo
que pueda remedio dar
sino vuestro remediar.
Fin
Vos sola soys el remedio
de mi mal y perdimiento,
y sin vos no sé qué medio
ponga medio en mi tormento.
Assí que cobro no siento
para me poder cobrar
sino vuestro remediar.