Engominado, pulcro,
penetro en las iglesias
altivamente cirio
con mi cara de hostia
dominguera.
Y me arrodillo,
y me confieso, y me persigno,
y regreso a la calle
para comprar barquillos
con monedas hurtadas al abuelo.





Versos similares:
- Oscuras monedas Tengo miedo a los pordioseros me persiguen hasta mi cuarto hasta la oscuridad de la conciencia Llegan a mí como espectros por la noche con […]...
- Conyers A María, la más dulce madre Se pinta un arcoiris en el cielo Y danza el sol, dorando la colina. La multitud, cansada y peregrina […]...
- Otra vez Otra vez, hijo pródigo, regreso Por el mismo sendero arrepentido Como el que reaparece del olvido Después de haber estado un tiempo preso. Otra vez […]...
- Yo la mujer de barro “Se estremecieron las espesuras y las sombras” Yo la mujer de barro hecha y guardada por los siglos y siglos surgida del mismo tiempo con […]...
- Cuatro ojos No veo las piedras son chanchos Desembocadura del Aconcagua bote En el río en el mar en las rocas en la playa Puesta de sol […]...
- Impetus Amas como el que viene de regreso De los cerros más altos, Trayendo en el perfume un aliento de altura Para bañar los prados. Naciste […]...
- La dicha Todas – blancas ovejas fieles a su pastora – Recogidas en torno del modesto santuario, Agrúpanse las pobres casas del vecindario, En medio de una […]...
- Usted USTED seguro que ha sentido vergüenza alguna vez Al decir que en su cuarto caía una gotera O que su pobre madre le hacía el […]...
- Encima de la tierra Así es la vejez: claridad sin descanso. Antonio Gamoneda Me arrodillo, no por vencida, solamente Para beber el agua del último arroyo que encuentro Y […]...
- Compás de espera Mi pasado está invadido y lloro lentamente. Me ha llenado de miedo una noche en el Neva me ha llenado de fe una tarde en […]...