Luz que en el fuego vivo, en el tormento
Mayor que se haya visto entre mortales,
Ardéis mi corazón con ansias tales
Que en medio de su mal vive contento;
Si las partes que en vos escribo y siento
A vuestro merescer no son iguales,
Excúsenme con vos mis propios males,
Que embarazan el flaco entendimiento.
Y si no puede haber cosa que sea
Igual a lo que sois, ¿cómo podría
Mostraros comparando al que no os vea?,
Salvo pintando un bien la fantasía
Con la imaginación, cual lo desea
Y cual os pinta agora el alma mía.