Lexos Amintas de su fiel ganado,
Toro viejo y fortíssimo buscando,
Por la espessura de la selua errando,
En la manada de Damón prendado,
Bella cabra perdida, el enriscado
Cerro paciendo, Cytiso mirando,
Su cayado le tira, y, en llegando,
Cayó mortal al florecido prado.
Halló dos cabritillos en la dura
Concauidad del monte, diólos luego
A su Filis y della vna comida;
Y las armas, los pies, la vestidura
Y el matador cayado, buelto en fuego,
Pan, dexaron tu planta enriquezida.