Las sombras

Resueltamente dominan el tiempo
desde la cumbre de sus párpados
del cansancio joven después del desayuno,
lo invaden como el humo
que todavía no se ha disipado.
Brillan las rosas de la ventana
de los edificios
en su saludo ceremonial sobre los canales
sobre los años
y el cielo que sólo cambia de ropa
por medio de las teclas de las nubes
o algún avión que se va a estrellar
y el grito plenario y el silencio por fin.
Sus sombras me invaden
como los padres de ustedes,
de sus manos
también mi cuerpo se hace sombra
estancada,
recordando al atar los nudos
al cortar la sandía de la risa
las sombras del viaje por la piel
debajo de la cual aún hierve
el corazón
dl primer paso


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Poema Las sombras - Moma Dimic