Besó la cabeça llorando e en su lugar la miso;
La de Ruy Gonçález en braços la priso.
“Fijo, Ruy Gonçález, cuerpo muy entendido,
De las vuestras buenas mañas un rey sería conplido,
Muy leal e señor e verdadero amigo,
Mejor cavallero de armas que nunca omne vido.
¡Malas bodas vos guisó vuestro tío don Rodrigo:
A vos fizo descabeçar e a mí metió en cativo!
Hevos finados d’ este mundo mesquino,
Él por sienpre avía perdido el paraíso.”