en la gala muy galana,
hermosa entre hermosas,
a quien matan estas cosas
nunca sana.
Estendeos en el suelo
como hombre amortecido
y echad un gran gemido.
Vos, señora, soys el suelo
y yo soy el estendido,
enterrado en vuestro olvido.
Levantaos con dos otros
y los tres sin lisión
jugaréys al avejón.
Lavejón sabéys qué dize
quando él haze zun zon:
que las damas falsas son.
Allegad a una dama
y dezilde en confisión
una muy buena razón.
Véome con tanta pena
y con tanta turbación
que no estando en razón,
cómo la diré muy buena.
Buscaréys por estas damas
y dezilde a Leonor:
quien os sirve es muy señor.